miércoles, 25 de mayo de 2011

Entre tanta telenovela fea, una que si emociona



Particularmente no soy fan de Edith González como actriz, sobretodo por la expresión de no rompo un plato que le da a TODOS sus personajes, ni uno sólo cambia, pero bueno, he de confesar que en esta ocasión me gusta la telenovela en la que está participando… Cielo Rojo.










Es el melodrama clásico en el que no dejan que los protagonistas “Alma” (Edith González) y “Andrés” (Mauricio Islas) por muchos obstáculos no pueden vivir ni disfrutar su amor, que fue el primero, el de adolescentes.










Los padres de “Andrés” lo mandaron a estudiar lejos del pueblo y la madre de éste se encargó de que las cartas que le escribía a su “Alma” no se las dieran cuando llegaran y aleccionó a la dueña de la fonda donde trabajaba ella para que siempre que el llamara se la negara.










Después de 5 años de esperarlo, decide casarse con “Víctor” (Ramiro Huerta) que en el primer capítulo nos enteramos que es alcohólico y diabético, condiciones que le impiden tener vida íntima con su mujer y por eso es violento con ella y la golpea a la menor provocación.










Con las cosas así regresa “Andrés” y creyéndola lejos de ahí… cuando se ven porque va a venderle sus tierras al marido de su amada, todo resurge entre ellos… Sin tener en cuenta que “Lucrecia” (Andrea Noli) ya está embarazada del recién llegado.










Con todo esto dicho, debo confesar que me parece buena la telenovela y como no si Elisa Salinas está asesorando esta producción y ella si sabe de melodramas, ya va en el tercer capítulo y va bien… interesante, esos nudos en la trama y esas trabas a los protagonistas para vivir su amor.









Pero eso no le quita los errores como que en el primer capítulo para todo Edith hablaba con “pos” y “pa”, además se supone que viven en un pueblo apartado de toda civilización donde ella no tiene familia y debe valerse por sí sola antes de conocer a su marido y trabajaba como mesera en uno de los restaurantes del pueblo, pero eso si luce unos vestidos hermosos que fue a comprar la actriz a París en compañía de Elisa Salinas, que en palabras de la rubia “la consintió mucho”.










Curiosamente el “detalle” de pos y pa al segundo capítulo ya se le olvidó y como si nada hubiera pasado… Otra cosa que no ayuda en nada es el uso de pelucas tan feas, como en el caso de Andrea Noli, que se le nota que no la han cepillado en un buen tiempo, sino es que nunca.










Salvo pequeños detalles en la producción… va muy bien la telenovela